Música para una cuarentena
Por ahí circulan cientos de listas de reproducción o de recopilatorios musicales para afrontar la cuarentena, desde melodías para conseguir alcanzar la paz sin salir por la puerta de tu casa a canciones a toda pastilla para descargar la ira contra ese virus que nos impide seguir con nuestro día a día.
¿Qué tiene esta entrada que no vayas a encontrar en otro sitio? Ganas de hacerte desconectar de todo lo que está pasando a tu alrededor, de las noticias espeluznantemente realistas que bien podrían aparecer en novelas de terror y solo escuchar notas compuestas para sonreír, para sentir, para viajar en el tiempo, en tus recuerdos, lejos de este presente abrumador.
En la Biblioteca todavía no contamos con una cuenta de Spotify (todo se andará), por eso preferimos el sistema más sencillo de compartir aquí aquellos vídeos de Youtube con esa música para una cuarentena.
Empezamos con la canción que nos inspiró esta entrada bloguera. Que nos gusta El Kanka es un hecho por su manera de tocar la fibra con su aparente sencillez. El cantante malagueño tuvo la maravillosa idea de seguir compartiendo su música desde casa, conectándose cada día, sin un guión predefinido ni publicidad, hasta el punto de presentar una nueva canción sin ni siquiera anunciarla. Una canción hecha por y para el encierro, llena de agradecimiento, añoranza y ese amor que nos une en estos momentos a nuestros seres más queridos, a pesar de (o precisamente por) la distancia:
Hasta 1967 viajamos con la nave de la música, con Louis Armstrong como piloto y su legendaria canción «What a wonderful world», una apuesta por el optimismo, entonces ante el conflicto racial, ahora por nuestro confinamiento. Siempre habrá un futuro a vislumbrar, con bebés que nacerán y verán un mundo mucho mejor:
Ahora que hasta Operación Triunfo tuvo que rendirse a la evidencia de que no era viable seguir con su formato durante el estado de alarma, toca recomendar una de las creaciones de un chaval cordobés que solo buscaba cantarle a la alegría, con esa ingenuidad y, al mismo tiempo, visión que da la juventud: «Díselo a la vida» de Rafa Romera.
Fuera del circuito comercial se localiza al grupo La Pegatina, con una rumba catalana que no pasa desapercibida cuando la escuchas, y más en la canción escogida donde colaboran con D’Callaos «Alosque». Desde el título hacen una declaración de principios, ni la Real Academia Española de la Lengua le pone freno a su creatividad para sacar adelante este tema dedicado «a los que» no siguen la corriente, sin pedir perdón:
Terminamos con la canción «Invaders must die» de The Prodigy. Esta banda británica de música electrónica, surgida en los años 90, tuvo su gran reconocimiento al participar en los Juegos Olímpicos de Londres. ¿Y si hacemos nuestro el lema «Los invasores deben morir»?
Este virus lo paramos unidos. Por eso, ahora más que nunca, esperamos tus comentarios con aquellas canciones que más te llegan en este preciso instante, por la razón que sea: porque te hacen mover el esqueleto sin observadores ni jueces, porque te hacen soltar esa lagrimita que se resiste o porque te hacen caer en un sueño profundo y reparador… Da igual la causa, solo que para ti sea la música más apropiada para la cuarentena. ¡Gracias por compartir!